Los microbios existen dentro de los conductos acuáticos de las unidades dentales en 2 tipos de comunidades. Uno está presente en el agua y se le conoce como microbio planctónico. El otro en forma de sésil unido a las paredes interiores de los conductos acuáticos denominado biocapa.
La biocapa se define como una masa de microbios unidos a una superficie expuesta a la humedad. Es muy común la existencia microbiana en una biocapa y para estas hay un ambiente no estéril y húmedo. Esto incluye a las superficies asociadas con los ambientes de agua natural en las corrientes, los lagos y los océanos y aquellas asociadas con los medios “domésticos e industriales” tales como los conductos acuáticos, los sistemas de alcantarillado, los conductos de drenaje, los tanques sépticos, las instalaciones para el tratamiento de las aguas residuales, los contenedores de agua, los humedecedores, etc. Las biocapas también se forman sobre los materiales biomédicos implantados, o asociados con el cuerpo humano, incluidos muchos tipos de catéteres, suturas, tubos para el drenaje de heridas, tubos endotraqueales, válvulas mecánicas cardíacas y los anticonceptivos intrauterinos.
La biocapa se forma ante la presencia del agua fluente en los conductos acuáticos de las unidades dentales debido al estancamiento intermitente del agua y a la dinámica del líquido que resulta en un flujo máximo de agua en el centro de un lumen y en uno mínimo cerca de la superficie. Esta biocapa puede servir como una fuente continua de contaminación del agua fluente según las células o los “grupos” salen naturalmente o debido a la presión física hecha sobre el conducto. El hecho de que la biocapa sea una fuente de microbios en el agua que fluye es un hecho comprobado. Las 11 unidad dental de una clínica escolar se limpiaron con abundante agua durante 20 minutos, lo cual resultó en la ausencia de ufc en el agua. Después, estos conductos se llenaron con agua estéril y dieron positivo (hasta niveles anteriores a la limpieza) en todos los casos en las primeras 48 horas.
Aunque los seres humanos no pueden vivir sin agua, con frecuencia creemos que ésta tiene un bajo valor nutricional. Sin embargo, el agua potable sí contiene bajas concentraciones de materiales inorgánicos y orgánicos que sirven como una fuente de nutrientes para los microbios. De hecho, la biocapa en los conductos acuáticos funciona como un gran mecanismo mediante el cual la bacteria puede obtener acceso continuo a los bajos niveles de nutrientes en un flujo de agua que nunca termina. También, las bacterias que nacen en el agua se aclimatan a los ambientes de bajo contenido de nutrientes. Por ejemplo, ha sido demostrado que las cadenas de Pseudomonas aeruginosa y de P. cepacia se multiplican hasta elevados niveles en el agua tomada de las reservas de agua destilada y de las que están preparadas para ser comercializadas.
Fuente: http://www.dentaldeal.es